Podemos relacionarla con otras científicas contemporáneas suyas, como Irène Joliot-Curie, física, química, política, activista antifascista y feminista francesa; Dorothy Crawford, quien descubrió la estructura de la penicilina y eso permitió que se usara como antibiótico; Gertrude Elion, bioquímica y farmacóloga estadounidense, que recibió en 1988 el Premio Nobel de Fisiología y Medicina por sus «descubrimientos de los principios clave sobre el desarrollo y el tratamiento de medicamentos»; Rosalind Franklin, química y cristalógrafa británica cuyo trabajo fue fundamental para la comprensión de las estructuras moleculares del ADN (ácido desoxirribonucleico), el ARN (ácido ribonucleico), los virus, el carbón y el grafito; Dorotea Barnés, una de las pioneras españolas en química, tanto en investigación como en docencia, durante la Edad de Plata.