Concha Alós forma parte de la Generación de los 50, escritores y escritoras nacidos en torno a 1920 -considerados “hijas e hijos” de la Guerra Civil- y que publican alrededor de la mitad del siglo XX. Parten del realismo social, la crítica y la denuncia pero, al mismo tiempo, hacen uso de una literatura más estética e intimista. Junto a ella -centrada en la narrativa y el relato corto-, destacan otras escritoras contemporáneas como las novelistas AnaMª Matute, Carmen Laforet, Carmen Martín Gaite y Dolores Medio, Carmen de Icaza, Concha Barberá, Concha Lagos, Concha Linares Becerra, Elena Quiroga, Elena Soriano, Mercedes Ballesteros Gaibrois, Mercedes Formica, Susana March o Carmen Kurtz. También son de esa época las catalanas Maria Beneyto, Mercè Rodoreda y Carmelina Sánchez-Cutillas, entre otras. En la poesía destacan nombres como los de María Victoria Atencia, Gloria Fuertes, Julia Uceda, Ángela Figuera Aymerich, Carmen Conde, Celia Viñas, Concha Lagos, Francisca Aguirre, Gloria Fuertes, Juana Castro, Julia Uceda o María Victoria Atencia; en el ensayo, destacan Josefina Aldecoa y Marta Portal y las dramaturgas Ana Diosdado, Carmen Troitiño, Dora Sedano, Julia Maura o María Isabel Suárez de Deza. También son contemporáneas las inglesas Iris Murdoch y Penélope Mortimer y la francesa Marguerite Duras, por señalar algunos nombres.
Así pues, configuran un grupo de escritoras que comparten la generación de posguerra con autores como Camilo José Cela, Miguel Delibes, Luis Martín Santos, Rafael Sánchez Ferlosio, Juan Goytisolo, Gonzalo Torrente Ballester o Juan Benet.
Recoge la herencia de las naturalistas Emilia Pardo Bazán y Rosario de Acuña, ente otras, a finales del siglo XIX o de las narradoras de las primeras décadas del siglo XX Ángeles Vicente, Carmen Baroja, Carmen de Burgos, Constancia de la Mora, Elena Fortún, Halma Angélico, Luisa Carnés, María Lejárraga, María Teresa León o Rosa Chacel.
Por otra parte, trata temas como la homosexualidad. De hecho, la temática de la literatura lésbica y entre mujeres tuvo un ligero despertar a principios del siglo XX. La primera obra en tratar del tema fue Zezé (1909) de Ángeles Vicente. Lucía Sánchez Saornil publicó versos homoeróticos con seudónimo masculino (Luciano de San-Saor) y Carmen de Burgos hizo referencias más veladas en su obra. Ya no será hasta la década de los 90 cuando se aprecien nuevas creaciones de amor entre mujeres, con Ana María Moix, Ana Rossetti, Esther Tusquets, Carmen Riera, Elena Fortún, Isabel Franc o Lucía Etxebarría.