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Obra

Admiración de las obras de Dios (Admiraçión operum Dey)

Fecha de producción: 1481

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Obras

Fragmentos citados con actualización de la ortografía, a partir de la edición de Lewis Joseph Hutton, de 1967: 

“Muchas veces me es hecho entender, virtuosa señora, que algunos de los prudentes varones e así mismo hembras discretas se maravillan o han maravillado de un tratado que, la gracia divina administrando mi flaco mujeril entendimiento, mi mano escribió. [...] pero si su maravillar es cierto, bien parece que mi denuesto no es dudoso, ca manifiesto no se hace esta admiración por meritoria escritura, mas por defecto de la autora o componedora de ella. [...] E diga quien quisiere que esta ya dicha admiración es loor, que a mi denuesto me parece.” (p. 113) [...] Así que tomando al propósito creo yo, virtuosa señora, que la causa porque los varones se maravillan que mujer haya hecho tractado es por no ser acostumbrado en el estado femíneo, mas solamente en el varonil. Ca los varones hacer libros e aprender Ciencias e usar de ellas, tiénenlo así en uso de antiguo tiempo que parece ser habido por natural curso e por esto ninguno se maravilla”. (p. 115)  

“Pues, ¿qué deuda tan excusada es dudar que la mujer entienda algún bien e sepa hacer tratados o alguna otra obra loable e buena, aunque no sea acostumbrado en el estado femíneo? [...] Pues habido por natural e cierta cosa que la mujer es flaca e temerosa e de pequeño corazón, quien la viese agora usar del espada o defender su patria de los enemigos, o hacer otra obra de gran osadía e vigor, ¡cómo nos maravillaríamos de aquesta cosa! Pero esta maravilla hízola en algún tiempo e puédela hacer en este nuestro e cuando le pluguiere Aquel que solo es el que hizo e hace las maravillas.  

Decidme, virtuosa señora, ¿cuál varón de tan fuerte e valiente persona ni tan esforzado de corazón se pudiera hallar en el tiempo pasado, ni creo que en este que nuestro llamamos, que osara llevar armas contra tan grande e fuerte príncipe como fue Holofernes, cuyo ejército cubría toda la haz e término de la tierra, e no hubo pavor de lo hacer una mujer? E bien sé que a esto dirán los varones que fue por especial gracia [e] industria que Dios quiso dar a la prudente Judit. E yo así lo digo, pero según esto, bien parece que la industria e gracia soberana exceden a las fuerzas naturales e varoniles, pues aquello que gran ejército de hombres armados no pudieron hacer, e hízolo la industria e gracia de una sola mujer. E la industria e gracia, ¿quién las ha por pequeñas preminencias sino quien no sabe qué cosas son? [...] Que manifiesto es que más a mano viene a la hembra ser elocuente que no ser fuerte, e más honesto la es ser entendida que osada, e más ligera cosa le será usar de la péñola que del espada. Así que deben notar los prudentes varones que Aquel que dio industria e gracia a Judit para hacer un tan maravilloso e famoso acto, bien puede dar industria o entendimiento e gracia a otra cualquier hembra para hacer o que a otras mujeres, o por ventura algunos del estado varonil no sabrían”. (pp. 119, 120). 

“[...] Pero lo que digo e quiero decir es esto: que la ciencia e sabiduría que Dios enseña e enseñará a cualquier varón o hembra que con amor e reverencia e humildad viniere a su escuela, es tal e de tal calidad, como su incomprensible e perfecto saber sabe qué a la salud de cada uno le conviene, ca Dios es perfecta Caridad. [...] E como esta buena sabiduría es muy saludable e provechosa, no la negará Dios a cualquier persona que menester la haya. E pues el tratado que yo hice, ya saben los prudentes varones que le han visto que no trata de filosofía ni de teología, ni de ninguna ciencia natural, sino solamente desta ya dicha devota e saludable sabiduría, la cual es saber conocer e reducir a la memoria los beneficios de Dios e saber conocer e escudriñar e buscar en estos públicos males las escondidas misericordias del Señor”. (p. 126, p. 128, p. 129) 

 Hutton, Josph Lewis (ed.) (1967). Teresa de Cartagena: Arboleda de enfermos. Admiraçión operum Dey. Madrid: Real Academia Española, 1967, pp. 37-109 (Anejos del Boletín de la Real Academia Española XVI. Estudio preliminar y edición de Lewis Joseph Hutton https://iberian-connections.yale.edu/wp-content/uploads/2019/09/CartagenaTeresade-AdmiracionoperumDey.pdf (11/01/2022) 

Información de la obra y contexto de creación

Teresa de Cartagena acaba de publicar el libro Arboleda de los enfermos. Algunos y algunas humanistas de su entorno la acusan de plagio diciendo, con fingida admiración, que una mujer no puede haber escrito una obra así. Ella se defiende escribiendo, a petición y ruego de su amiga Juana de Mendoza, otro libro, titulado Admiración de las obras de Dios, en el que argumenta que a las mujeres les ha sido concedido, por gracia, su divino propio y, a los hombres, el suyo. Este libro es el primero conocido en lengua castellana escrito por una mujer participando en la querella de las mujeres.  

Admiración de las obras de Dios es el segundo tratado que escribe Teresa de Cartagena en el que reivindica la autoría de su primer tratado Arboleda de los enfermos ante quienes la acusaban de plagio o de su incapacidad intelectual para escribir un libro de doctrina espiritual. En la introducción, la escritora hace hincapié en el tema de la gracia divina, ya que, solo por la gracia de Dios, su débil intelecto femenino pudo componer Arboleda. El tratado, observa, causó gran asombro no por su contenido, sino por haber sido escrito por una mujer. Teresa de Cartagena admite que el hecho no es frecuente, pero que ello no debe admirar, puesto que Dios puede conceder sus dones tanto a grandes como a pequeños, a hombres o mujeres. En su lectura autobiográfica de la Biblia, se compara con personajes como Judit (que empuñó la espada en defensa de su patria ante un general enemigo) o el ciego de Jericó al que Dios quiso concederle la gracia de ver. Si Dios pudo inspirar a Judith a tomar la espada, ¿no sería más fácil para Él inspirar a una mujer a tomar la pluma?  

Con esta obra Teresa de Cartagena marca el inicio de la denominada “querella de las mujeres” para la literatura castellana. Junto con Isabel de Villena, debe ser vinculada a esta corriente de reivindicación de la dignidad de las mujeres emprendida en Europa por Cristina de Pizán (Venecia, 1364- París, 1430) con su obra La ciudad de las damas (1405), así como con otros escritores que escriben tratados lógico-argumentativos en el siglo XV sobre la igualdad moral o la superioridad de las mujeres, como el Libro de las virtuosas e claras mugeres de Álvaro de Luna y el Tratado en defensa de virtuosas mugeres de mosén Diego de Valera o el Triunfo de las donas de Juan Rodríguez de la Cámara.  

En esta obra aparece como la primera escritora en castellano con conciencia de escritora y voluntad de serlo en la Castilla del siglo XV, que reivindica la autoría de sus obras y defiende el derecho de la mujer a escribir, antes que santa Teresa de Jesús, sor Juana Inés de la Cruz y María de Zayas, un oficio más apto para las mujeres que para los hombres. Sus estrategias retóricas la relacionan, más de un siglo después, con la italiana Valentina Pinelo (Génova, c. 1540 – Sevilla, c. 1624). 

Gracias a esta obra conocemos el rechazo y el escándalo de quienes consideraron inaceptable que una mujer ejerciera como “auctora” en un ámbito que habitualmente corría a cargo de varones, convirtiéndose en uno de los primeros episodios de la recepción de una obra literaria a finales de la Edad Media y principios del Renacimiento castellano. 

Indicaciones

- Se estudia en la materia de Lengua Castellana y Literatura.  

- Al recorrer la figura de Judit, se puede plantear una bonita actividad transversal en que se relacione la literatura y el arte; también en la asignatura de Literatura Universal, cuyo programa incide en estas interrelaciones culturales, recorriendo la representación artística de la figura de Judit. En esa interrelación, se puede estudiar más detenidamente a la pintora italiana Artemisia Gentileschi y cómo su figura ha pasado del olvido a convertirse en icono del feminismo (ver este enlace de prensa: https://elpais.com/elpais/2020/04/18/album/1587231360_040187.html#foto_gal_6) estableciendo cierto paralelo con la escritora Teresa de Cartagena. (16/01/2022) 

Admiraçión operum Dey aparece publicada junto con Arboleda de los enfermos en las siguientes ediciones disponibles:  

- Cartagena, Teresa de. Arboleda de enfermos. Admiraçión operum Dey. Real Academia Española: Banco de Datos (CORDE). Corpus diacrónico del español. Disponible en línea: http://www.rae.es, que siguen la edición de Lewis Joseph Hutton (1967). (11/01/2022) 

- Hutton, Josph Lewis (ed.) (1967). Teresa de Cartagena: Arboleda de enfermos. Admiraçión operum Dey. Madrid: Real Academia Española, 1967, pp. 37-109 (Anejos del Boletín de la Real Academia Española XVI. Estudio preliminar y edición de Lewis Joseph Hutton https://iberian-connections.yale.edu/wp-content/uploads/2019/09/CartagenaTeresade-AdmiracionoperumDey.pdf (11/01/2022) 

- Gallego Fernández de Aránguiz, Miryam (ed.) (2020). Teresa de Cartagena. Los tratados de una escritora burgalesa del siglo XV. (Introducción y edición modernizada de Arboleda de enfermos y Admiración de las obras de Dios. Burgos: Grupo editorial Fonte, Colección Mística y Místicos.  

Documentos

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