Adalid durante años de la literatura de testimonio y resistencia, su poesía se convirtió durante los años de Ceaucescu en emblema de la lucha contra la censura y la represión de la dictadura rumana, que la persiguió y censuró hasta en tres ocasiones. Comparte actitud crítica con esta época con la escritora, poeta y ensayista rumana, pero escritora en alemán y premio Nobel de literatura de 2009, Herta Müller. Es también contemporánea de Ana Novac, superviviente del Holocausto y escritora de unos diarios que la llevaron a ser conocida como la “Anna Frank” rumana, así como de la escritora y dramaturga gitana (o romaní) Luminita Cioaba.
Ana Blandiana tiene, igual que sus contemporáneas, ilustres predecesoras: sirvan de ejemplo las dos escritoras que más brillaron en la Belle Époque: Ana de Noailles, conocida poeta que mantuvo un salón en París en el que reunió a intelectuales de la época como Colette, entre otros, o la princesa y escritora Marta Bibescu. También cercanas se encuentran las conocidas escritoras italianas Grazia Deledda, premio Nobel, y Ada Negri. Antes que ellas destaca, en el siglo XIX, la figura de la escritora romántica, feminista y también alpinista rumana (fue una de las primeras mujeres que subieron el Mont-Blanc) Dora d’Istria.