Los poemas que aparecen en esta ficha han sido seleccionados de:
De Zayas y Sotomayor, María (2014 [1649]). Desengaños Amorosos. Lemir,18, pp. 27-270. Disponible en: http://parnaseo.uv.es/Lemir/Revista/Revista18/Textos/02_Zayas_Desenganos.pdf(03/02/ 2022)
Sonetos de amor
1)
A un diluvio la tierra condenada,
que toda se anegaba en sus enojos,
ríos fuera de madre eran sus ojos,
porque ya son las nubes mar airada.
La dulce Filomena retirada,
como no ve del Sol los rayos rojos,
no le rinde canciones en despojos,
por verse, sin su luz, desconsolada.
Progne lamenta, el ruiseñor no canta,
sin belleza y olor están las flores,
y estando todo triste deste modo,
con tanta luz que al mismo Sol espanta,
toda donaire, discreción y amores,
salió Belisa, y serenose todo.
2)
Toma tu acero cortador. No seas
causa de algún exceso inadvertido;
que puede ser, Salicio, que sea Dido,
si por mi mal quisieses ser Eneas.
Cualquiera atrevimiento es bien que creas
de un pecho amante a tu valor rendido.
Muy cerca está de ingrato el que es querido;
llévale, ingrato, si mi bien deseas.
Si a cualquiera rigor de aquesos ojos
te lloro Eneas y me temo Elisa,
quítame la ocasión de darme muerte;
que quieres la vida por despojos,
Que me mates de amor mi amor te avisa:
tú ganarás honor, yo dulce suerte.
3)
No vivas, no, dichosa, muy segura
de que has de ser toda la vida amada;
llegará el tiempo que la nieve helada
agote de tu dicha la hermosura.
Yo, como tú, gocé también ventura;
ya soy, como me ves, bien desdichada;
querida fui, rogada y estimada
del que tu gusto y mi dolor procura.
Consuela mi pasión que el dueño mío,
que ahora es tuyo, fue conmigo ingrato:
también contigo lo será, dichosa.
Pagarasme el agravio en su desvío;
no pienses que has feriado muy barato,
que te has de ver, como yo estoy, celosa.
4)
Dueño querido: si en el alma mía
alguna parte libre se ha quedado,
hoy de nuevo a tu imperio la he postrado,
rendida a tu hermosura y gallardía.
Dichoso soy desde aquel dulce día
que con tantos favores quedé honrado;
instantes a mis ojos he juzgado
las horas que gocé tu compañía.
¡Oh, si fueran verdad los fingimientos
de los encantos que en la edad primera
han dado tanta fuerza a los engaños!
Ya se vieran logrados mis intentos,
si de los dioses merecer pudiera,
encantado, gozarte muchos años.
5)
Amar sin ver, facilidad parece,
que contradice afectos al cuidado;
pero quien del ingenio se ha pagado,
de más amante crédito merece.
El que a la luz que el tiempo desvanece
solicita, lascivo, el dulce agrado,
apetito es su amor, que, desdichado,
con el mismo deleite descaece.
Amarilis: si viendo tu hermosura,
rindiera a su beldad tiernos despojos,
sujetara a los años mis sentidos.
Mi amor porción del alma se asegura,
y huyendo la inconstancia de los ojos,
se quiso eternizar en los oídos.