Activitat

Ayer y hoy del sindicalismo.

Personatges:

Flora Célestine Thèrése Henriette Tristán y Moscoso Lesnais (Flora Tristán)

Tema: La responsabilidad ética y política del ciudadano.

Competències

Competència en Comunicació Lingüística

Competència Digital

Competència personal, social i aprendre a aprendre

Competència Ciutadana

Competència en consciència i expressions culturals

Matèries i cursos per Sistema Educatiu

Espanya > Educació en Valors Cívics i Ètics > 3r ESO > Societat, justícia i democràcia

Espanya > Educació en Valors Cívics i Ètics > 4t ESO > Societat, justícia i democràcia

Enunciat

<img title="Women's Legacy logo" src="//inclusion.womenslegacyproject.eu/images/LogoWL.svg" /><hr />Flora Trist&aacute;n se anticip&oacute; a Engels en su aproximaci&oacute;n a la realidad cotidiana de la clase obrera. De esta manera, ella fue capaz de describir con crudeza la situaci&oacute;n de la clase proletaria y denunciar las injusticias que &eacute;sta sufr&iacute;a. De su experiencia en Londres extrajo la necesidad de unir a los obreros para defender sus derechos.&nbsp;
Para realizar esta actividad, os deber&eacute;is dividir en grupos de 4 personas. Es importante que cada una aporte una habilidad diferente: alguien con capacidad de redacci&oacute;n, alguien capaz de extraer las ideas fundamentales de un texto, alguien con capacidad oratoria y alguien con habilidades sociales.&nbsp;
Dos miembros del grupo tendr&aacute;n que recabar informaci&oacute;n sobre el origen del movimiento sindical. Para ello, este v&iacute;deo puede serviros de gu&iacute;a: <a href="https://youtu.be/BdsfLzHBZmM">https://youtu.be/BdsfLzHBZmM</a> (consultada: 15-1-2022)&nbsp;
Mientras tanto, el resto del grupo tendr&aacute; que leer los fragmentos escogidos de la obra Paseos en Londres de Flora Trist&aacute;n y hacer un resumen.&nbsp;
A partir de esta inmersi&oacute;n te&oacute;rica en la historia de la clase obrera, cada grupo preparar&aacute; un guion para una entrevista orientada a la explicaci&oacute;n del funcionamiento actual de los sindicatos y su importancia para la clase obrera hoy en d&iacute;a. La actividad terminar&aacute; con la grabaci&oacute;n de la entrevista a una sindicalista (con la que previamente se habr&aacute; contactado, a trav&eacute;s de los liberados sindicales del instituto). Con ella se pretende que detect&eacute;is las diferencias y similitudes entre el sindicalismo de ayer y de hoy.&nbsp;&nbsp;
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Fragmentos de VII. Los obreros de las f&aacute;bricas:&nbsp;
&ldquo;La mayor parte de los obreros carecen de vestidos, de cama, de muebles, de fuego, de alimentos sanos &iexcl;y a menudo incluso de papas! Son encerrados doce a catorce horas por d&iacute;a en salas bajas, donde se aspira con un aire viciado, las hebras de algod&oacute;n, de lana, de lino; las part&iacute;culas de cobre, de plomo, de fierro, etc., y pasan frecuentemente de una alimentaci&oacute;n insuficiente al exceso de la bebida. Casi todos aquellos infelices son endebles, raqu&iacute;ticos, lacerados; tienen el cuerpo flaco, hundido, los miembros d&eacute;biles, el semblante p&aacute;lido, los ojos muertos; se les creer&iacute;a a todos afectados del pecho. No s&eacute; si es necesario atribuir a la irritaci&oacute;n de una fatiga permanente, o a la sombr&iacute;a desesperaci&oacute;n de la cual su alma es presa, la expresi&oacute;n de su fisonom&iacute;a, penosa de ver, que es casi general en todos los obreros. Es dif&iacute;cil encontrar su punto visual, todos tienen constantemente los ojos bajos y no os miran sino a hurtadillas, al echar disimuladamente una mirada de costado; lo cual da algo de bruto, de bestia y de horriblemente perverso a esas figuras fr&iacute;as, impasibles y a las que envuelve una profunda tristeza. No se escucha en las f&aacute;bricas inglesas como en las nuestras los cantos, las charlas y las risas. El amo no desea que un recuerdo de su existencia venga a distraer un minuto de su tarea a sus obreros; exige silencio y reina un silencio de muerte. &iexcl;C&oacute;mo da el hambre del obrero, poder a la palabra del amo! No existe entre el obrero y los jefes del establecimiento ninguna de aquellas relaciones de familiaridad, de cortes&iacute;a, de inter&eacute;s, como se ve entre nosotros y que amodorran, en el coraz&oacute;n del pobre, los sentimientos de odio, de envidia, que el desd&eacute;n, la dureza, la existencia y el lujo del rico hacen nacer. No se escucha jam&aacute;s en los talleres ingleses decir el amo al obrero: &laquo;Buenos d&iacute;as, compadre Bautista, y bien &iquest;c&oacute;mo est&aacute; vuestra pobre mujer, y el ni&ntilde;o? &iexcl;Vamos, tanto mejor! Esperemos que la madre se restablezca pronto. Dile que venga a verme apenas pueda salir&raquo;. Un amo creer&iacute;a envilecerse de hablar as&iacute; a sus obreros. En todo jefe de manufactura, el obrero ve a un hombre que puede hacerlo expulsar del taller donde trabaja, y as&iacute;, aunque salude servilmente a los fabricantes que encuentra, aquellos creer&iacute;an su honor comprometido si devolvieran el saludo.&nbsp;
La esclavitud no es a mis ojos el m&aacute;s grande de los infortunios humanos desde que conozco al proletariado ingl&eacute;s. El esclavo est&aacute; seguro de su pan para toda su vida y de cuidados, cuando cae enfermo; mientras que no existe ning&uacute;n v&iacute;nculo entre el obrero y el amo ingl&eacute;s. Si no tienen obra por entregar, el obrero muere de hambre; si est&aacute; enfermo sucumbe sobre la paja de su pobre lecho, a menos que cerca ya de morir sea recibido en un hospital: porque es un favor el ser admitido ah&iacute;. Si envejece, si como consecuencia de un accidente es estropeado, se le regresa y mendiga a escondidas por miedo de ser detenido. Esta posici&oacute;n es tan horrible que, para soportarla, es preciso suponer en el obrero un coraje sobrehumano o una apat&iacute;a completa.&nbsp;
[&hellip;]&nbsp;
As&iacute; la vida de los hombres tiene precio de dinero; &iexcl;y, aunque la tarea exigida debe hacerles morir, el industrial se niega a aumentarles los salarios! &iexcl;Pero si es todav&iacute;a peor que la trata de negros! &iexcl;Por encima de esta enorme monstruosidad no veo sino la antropofagia! Los propietarios de las f&aacute;bricas, de las manufacturas pueden, sin ser impedidos por la ley, disponer de la juventud, de la fuerza de centenas de hombres, comprar su existencia y sacrificarla, a fin de ganar dinero haciendo un promedio de siete a ocho chelines por d&iacute;a como salario (ocho trancos, setenta y cinco a diez francos).&rdquo;&nbsp;
Libro completo Paseos en Londres: <a href="https://biblioteca.org.ar/libros/89975.pdf">https://biblioteca.org.ar/libros/89975.pdf</a>&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp; (consultada: 15-1-2022)&nbsp;

Observacions i context

Otras intelectuales y activistas que podemos poner en relación por contexto e intereses son:

Como antecedentes:

Mary Wollstonecraft (1759-1797): En su obra Vindicación de los derechos de la mujer, defiende la necesidad de una educación pública para las mujeres como medio para alcanzar un orden social basado en la razón de toda la población. Con esta obra, estableció las bases del feminismo moderno.

Olympe de Gouges (1748-1793): Autora de la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana. Su propuesta pretendió completar la Declaración del hombre y del ciudadano a favor de una justicia verdaderamente universal: “Mujeres, despertad. Reconoced vuestros derechos. ¿Cuándo dejaréis de estar ciegas? ¿Qué ventajas habéis obtenido de la Revolución?”.

Como sucesoras:

Rosa Luxemburgo (1871-1919): El “Águila de la Revolución”, según el apodo que Lenin le puso, fue una de las más importantes pensadoras marxistas.
Clara Zetkin (1857-1933): Cada 8 de marzo celebramos el día internacional de la Mujer, cuya promotora fue Clara Zetikin. A lo largo de su prolongada vida luchó a favor de los derechos laborales y sociales de las mujeres.
Teresa Claramunt (1862-1931), conocida también como “la virgen roja barcelonesa”, fue una dirigente anarcosindicalista y pionera del feminismo obrerista anarquista. En su escrito La mujer. Consideraciones sobre su estado ante las prerrogativas del hombre plantea la equiparación salarial entre hombres y mujeres.

Dolores Ibárruri, Pasionaria (1895-1989), miembro del Partido Comunista desde su fundación, fue diputada de la Segunda República en el 36. Se exilió en la Unión Soviética al finalizar la guerra civil, y a su regreso a España volvió a ejercer de diputada en la Legislatura Constituyente entre 1977 y 1979. Se convirtió en un símbolo de la lucha por los derechos de las mujeres y, especialmente, por la dignidad de la clase obrera.
Eleanor Marx (1855-1898): activista socialista, feminista y traductora literaria. Hija menor de K. Marx.

Descripció

La actividad tiene dos fases: en la primera, el alumnado, dividido en grupos, investigarán sobre la génesis del movimiento sindical y realizarán la lectura de fragmentos del libro Paseos en Londres (es posible la colaboración con los departamentos de Historia y Economía); y en la segunda, esos mismos grupos de trabajo se pondrán en contacto con alguna sindicalista actual para realizarle una entrevista, en la que explique cómo funciona actualmente un sindicato de trabajadoras y trabajadores (Si el instituto dispone de emisora de radio, el podcast se puede colgar con una breve introducción). Finalmente, los grupos realizarán una memoria en la que se expongan las similitudes y diferencias entre el sindicalismo originario y el actual.

Resposta

Documents

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