Biografía
Mileva Marić fue una desconocida para el mundo científico y la historia general, hasta que salieron a la luz en 1897 las cartas que ella y Einstein se intercambiaron durante su noviazgo, entre 1897 y 1902. Las 43 cartas entre ellos que se conservan hablan a menudo de "nuestros trabajos" y de "nuestra teoría del movimiento relativo", "nuestro punto de vista" o "nuestros artículos". Después de leer esta correspondencia parece que Mileva jugó un papel muy importante en los trabajos desarrollados por su marido y que le llevaron a ganar el Premio Nobel.
Mileva nació en 1875 en la actual Serbia. Desde niña destacó por su inteligencia y su interés por la música, la física y las matemáticas. Su padre tuvo que solicitar permisos para que pudiera seguir estudiando en el nivel de secundaria, reservado al sexo masculino y principal obstáculo para que las mujeres accedieran a estudios superiores. A los 15 años logra las calificaciones más altas en física y matemáticas en el Instituto de secundaria de Zagreb, al que asistían solo dos mujeres. En 1896 supera el examen de entrada en la universidad de Zurich, una de las más prestigiosas de Europa en el siglo XIX y que permitía el acceso a mujeres, y se matriculó en la Escuela Politécnica de Zurich para estudiar matemáticas y física. Allí conoció a Einstein, ambos compartían su amor por la ciencia y la música y se cuenta cómo a menudo abandonaban sus clases regladas para dedicarse a sus propias investigaciones. Mileva y Einstein iniciaron una relación sentimental muy fuerte que no fue bien recibida por la familia de él.
En 1897 Mileva estudió un semestre en la Universidad de Heidelberg, Alemania donde recibió clases de Philipp Lenard sobre la teoría de números, cálculo diferencial e integral, funciones elípticas, teoría del calor y electrodinámica. Cuando volvió, no llegó con las manos vacías, sino con las ideas más radicales y novedosas de la física, y con conocimientos que comparte con Einstein a su vuelta a Zurich.
Mileva acaba la carrera en 1900 pero no logra, sin embargo, pasar el examen final de Licenciatura en primera opción. Las calificaciones de Mileva no dejan duda de que fue una física y científica brillante, en ocasiones con notas más altas de las que obtenía Albert. Sin embargo, no logró superar los exámenes finales de la carrera. Mileva y Albert tenían calificaciones similares, pero ella sobresalía en el trabajo experimental, mientras que él no lo hizo. En el examen oral el profesor Minkowski dio una calificación de 11 sobre 12 a los cuatro estudiantes varones, pero solo un 5 a Mileva de manera que no puedo obtener su título.
La intensa y fructífera vida universitaria de Mileva se truncó en 1901, mientras se estaba preparando para el examen de licenciatura y comenzando su tesis doctoral se entera de que está embarazada. Presionada por sus docentes y su círculo social, que consideraban que era una vergüenza tener un hijo fuera del matrimonio, Mileva se vio obligada a abandonar los estudios y a regresar a su casa paterna. Dio a luz en enero de 1902 a Lieserl Einstein, de la que se cree que falleció de escarlatina al año de nacer, aunque otras teorías especulan que fue dada en adopción. Einstein nunca llevó bien el ser padre de Liesert y nunca informó a su familia de que era padre.
Mileva tenía un carácter poco sociable y presentaba una cojera muy ostensible, debido a una artritis congénita, que le hacía tener una autoestima muy baja a pesar de su brillante inteligencia y su gran formación académica. Albert y Mileva se casaron en 1903 con la oposición de la familia de Einstein por ser extranjera y cuatro años mayor que él. Se trasladaron a vivir a Berna, él trabajaba en la Oficina de Patentes y ella se ocupaba de la casa, a partir de ese momento Mileva Maric subordina sus ambiciones profesionales a su matrimonio, pero también estudiaba y compartía con él como ayudante las investigaciones. En 1904 nació Hans Albert, su segundo hijo, ella atendía a estudiantes que acogía como huéspedes para disponer de ingresos suficientes.
El trabajo de ambos en la investigación es muy intenso y convierten su casa en un lugar abierto donde se estudia y debate con otros científicos. Su casa fue lugar de reunión de espíritus selectos, un conjunto de personas que lo pasaban muy bien juntos y celebraban los descubrimientos trabajando en común, se leía y se discutía no sólo de ciencia sino también de filosofía. En 1905, se publican los tres relevantes trabajos de Einstein: la teoría especial de la Relatividad, el trabajo sobre el efecto fotoeléctrico y la teoría del movimiento Browniano, y son pocos los historiadores que dudan sobre la contribución de Mileva a los mismos. Parece poco probable que ella, con su formación y habiendo realizado investigaciones sobre Teoría de números, cálculo diferencial e integral, funciones elípticas, teoría del calor y electrodinámica, se mantuviera completamente al margen de las investigaciones que culminaron en el " annus mirabili " de 1905, el año en que Einstein publicó los cuatro artículos que supusieron, cada uno de ellos, un gran descubrimiento científico (incluyendo la teoría de la relatividad) y que le convertirían para siempre en un genio.
En 1909 regresan a Zurich, donde Einstein ha conseguido una plaza de profesor en la Universidad. Mientras él es cada vez más un científico reconocido mundialmente, Mileva tiene su tercer hijo en 1910 que nació enfermo y requirió cuidados especiales, de los que su madre se hizo cargo, lo cual aparentemente produjo un alejamiento entre la pareja. Mileva deja de ser la mujer excepcional con la que se relacionaba como amiga y colega, como investigadora con la que compartía sus proyectos y que le ayuda en la preparación de clases y conferencias. Se traslada con él y sus hijos a Praga donde en 1911 le ofrecen un puesto en una universidad.
Albert se distanció de su mujer y sus hijos e inició una relación paralela con su prima, Elsa Löwenthal, que Marić descubrió en 1912. Al advertir que su infidelidad había dejado de ser un secreto Albert le impuso a Mileva una serie de condiciones para seguir “nominalmente casados”. Entre otras cosas, le exigía: “Tendrás que encargarte de que mi ropa esté ordenada y de que me sirvan tres comidas al día en mi habitación”, “mi dormitorio y mi estudio estén siempre en orden y de que nadie toque mi escritorio”, “renunciarás a toda relación personal conmigo, excepto cuando lo requieran las apariencias sociales y no esperarás ningún afecto por mi parte”, “debes responder inmediatamente cuando te dirija la palabra”, y algunas más de corte similar. Mileva rechazó esas condiciones y abandonó, junto a sus hijos, esa casa conjunta que había dejado de ser un hogar.
Mileva regresa sola con sus hijos a Zurich, aunque se resiste a concederle el divorcio cuando Einstein se lo solicita en 1916. Mientras, vive en una pensión con pocos recursos. El divorcio llega en 1919. Pactan que si Einstein gana el Premio Nobel ella recibiría parte del dinero del galardón, este hecho también ha sido subrayado como un elemento que afianza la posición que defiende la tesis de la relevancia de la colaboración de Mileva en las publicaciones de 1905.
Mileva vivirá en Zurich hasta su muerte ocupándose de sus hijos. Agotó el dinero en atención médica para su hijo menor, Eduard, que es diagnosticado de esquizofrenia y sufre de brotes violentos que ponen en peligro la vida de Mileva. A pesar de ello, lo mantuvo en su casa y evitó su internamiento en centros psiquiátricos, aunque a veces ha de contratar a un guardaespaldas para que la proteja de sus ataques. Tras un nuevo brote psicótico de su hijo, es ingresada por una crisis nerviosa, y murió sola tras varias embolias en 1948.
Tristemente, su hijo Eduard fallece en 1965 en un centro psiquiátrico y en su esquela aparece "Eduard Einstein. Hijo del fallecido profesor Einstein", pero no el nombre de su madre.
A continuación relatamos algunos de los hechos e investigaciones que apoyan la tesis de que Mileva tuvo una participación importante en los descubrimientos científicos de Albert Einstein.
Entre las 43 cartas que se intercambiaron Mileva Marić y Albert Einstein durante su noviazgo hablan a menudo de "nuestros trabajos" y de "nuestra teoría del movimiento relativo", "nuestro punto de vista" o "nuestros artículos".
Poco antes de que se publicaran en 1905 en la revista científica “Annalen der Physik” los trabajos por los que Einstein recibirá el Premio Nobel, Mileva envió una carta a su amiga Helene Kaufler en la que comentaba: “Hace poco hemos terminado un trabajo muy importante que hará mundialmente famoso a mi marido”. Estos artículos están dedicados a los átomos y moléculas, a los "quantums" y a la teoría de la relatividad. Existen numerosos testimonios afirmando que los vieron trabajar juntos, entre ellos su hijo Hans Albert que recuerda haberlos visto trabajar juntos día y noche en la mesa de la cocina.
El científico estadounidense Evan Harris ha realizado un estudio cuantitativo y cualitativo de las referencias de Einstein a los estudios e investigaciones que estaban efectuando él y Mileva y al futuro éxito que compartirían con sus descubrimientos utilizando términos como “nuestro trabajo”, “nuestra teoría”, “nuestra colaboración”, “nuestras investigaciones”, “nuestros artículos”. (Rubio Herraez, 68). En marzo de 1901 Einstein escribe: “Qué feliz y orgulloso estaré cuando juntos hayamos culminado con éxito nuestro trabajo sobre el movimiento relativo”. Evan Harris afirma: “La teoría especial de la Relatividad comienza con la tesis que Mileva escribió y presentó para su supervisión al profesor Weber, cuando estudiaba en la Escuela Politécnica de Zurich, cuya memoria se ha perdido. El efecto fotoeléctrico tiene su origen en los trabajos de Mileva cuando ésta estudiaba en Heildelberg con el profesor Lenard, al cual posteriormente le fue concedido el Premio Nobel de Física, precisamente, por su trabajo experimental sobre el efecto fotoeléctrico. La teoría del movimiento browniano es producto del pensamiento de Eintein y de su interés por la termodinámica, pero Mileva contribuyó al mismo con el trabajo matemático, describiendo el movimiento desordenado de las moléculas”. (Citado por Rubio Herráez, 72. Fuente: E. Harris, “Ms. Einstein” (A.A.A.S.) Annual Meeting, 1990. Y “Mileva Maric’s Relativistic Role”, Physics Today, vol. 44, nº 2, 1991.)
Otras investigadoras como Senta Troemel-Ploetz y la biógrafa Desanka Trbuhovic, sostienen que Mileva era la que desarrollaba las matemáticas de las nuevas teorías y enfoques que hicieron famoso a su marido. Y en ello está de acuerdo el biógrafo de Einstein, Peter Michelmore, quien también sostiene que Mileva era una excepcional matemática y que ambos trabajaron arduamente en Berna en la teoría de la Relatividad.
¿Por qué no firmó Mileva los artículos elaborados junto a Einstein? existen evidencias de que, cuando en 1908, Conrad Habicht, Albert Einstein y Mileva Marić construyeron y patentaron un voltímetro ultrasensible bajo el nombre “Einstein-Habitch”, Habitch cuestionó la decisión de Mileva de no incluir su nombre. Ante esto, ella contestó: “¿Para qué? Los dos somos una piedra”. Los biógrafos coinciden en que Mileva Marić priorizó que sus teorías científicas salieran a la luz sobre ser reconocida por ello. Dados los prejuicios que había contra las mujeres en aquella época, una publicación que incluyera la firma de una mujer podría haber tenido menos peso, por ello, algunos historiadores consideran que la propia Mileva decidió que su nombre quedara fuera de los artículos.
Actualmente son muchos los historiadores de ciencia que consideran que, más allá del grado de colaboración que pudiera darse entre Marić y Einstein, es imprescindible dar a conocer la figura de Mileva Marić y reivindicar, ante todo, su importancia como matemática y física en la historia de la ciencia.
Si no se tiene en cuenta que la ciencia es un saber colectivo y que el contexto social negaba los méritos de las mujeres, hasta el punto de hacerlas renunciar a su firma en sus contribuciones a los avances científicos en los que participaban, la historia nunca las visibilizará.
Extraído de
Perdomo, Inma (2013). “Mileva Marić. A la sombra del genio” Filosofía, ciencia y género, Blogspot, 29-04-2022, <inmaculadaperdomo.blogspot.com/2013/11/mileva-maric-la-sombra-del-genio.html>