Poetas andalusíes del s. XII
Nazhun Bint Al-Qala’i:
DESGRACIADO QUE AL VERME...
Desgraciado que al verme
cree que se cumple su deseo
de encender a mi costa el fuego del combate,
¡Vete a comer por ahí y buen provecho!
Que yo he sido creada
para vestir sedas y lino.
¿QUIÉN ME DEFENDERÁ...
(A un pretendiente que tuvo el atrevimiento de pedirle matrimonio)
¿Quién me defenderá de un amante de plomo,
tardo para entender insinuaciones y deseos,
que quiere unirse a una mujer
que ni siquiera le daría bofetadas
aunque se las pidiese
ni en la cabeza que precisa un cauterio,
ni en la cara, que está pidiendo un velo.?
SIENTO CELOS (A Abu Yafar Ibn Said*)
Siento celos de mis ojos y de mí misma,
de ti, de tu tiempo;
aunque te encerrase en mis ojos hasta el día del juicio,
no estaría satisfecha.
TÚ, QUE RECLAMAS SER
Tú que reclamas ser el primero en el amor
y en la pasión de las mujeres,
tu poema ha llegado
mas no me satisfacen tus palabras.
Desesperar de conseguir al amado
¿romperá las riendas de quien reclama amor?
Completamente te equivocas,
y no vale tu nobleza;
desde que está en la carrera
te ha acompañado el éxito
hasta que has tropezado
y te avergüenza descubrir tu cansancio.
Por Dios, en todo tiempo muestran
las nubes su llovizna y sus azahares,
abren a cada instante sus corolas.
Si conocieras mis razones
apartarías de mí la espada del reproche.
MI BOCA ES UNA FUENTE
¿Iré yo a ti o vendrás tú a visitarme?
pues mi corazón sigue siempre a tu deseo.
te encontrarás a salvo de la sed y del sol
cuando ocurra tu encuentro conmigo:
mis labios son aguada dulce y fresca,
y dan las ramas de mis cabellos densa sombra.
Contéstame deprisa; no es un favor, oh, mi Yamil,
hacer que espere tu Butayna.
Ibnat Muhammad b. Fierro
Te has mostrado avariento y la avaricia
es una enfermedad que no tiene remedio,
curanderos y médicos son impotentes.
Te has sometido a tu codicia
hasta tal punto que no imitas,
igual que hace la gente, a los profetas,
y así, cuando te pide un suplicante
que invoca a Dios por su pobreza
y por su gran miseria, sólo dices `Amén´.
Quasmuna bint Ismail
TENGO UN AMIGO
Tengo un amigo cuyo corazón
a los favores corresponde con maldades,
y considera lícito su crimen.
Ocurre igual que con el sol
de quien su claridad toma la luna
pero luego lo oculta en los eclipses.
VEO UN VERGEL
Veo un vergel donde ya ha llegado
el tiempo de la recolección,
mas no veo el jardinero que extienda su mano
para recoger los frutos.
¡Qué lástima!
Se marchita la juventud perdida
y queda en mí, solitario,
lo que no me atrevo a nombrar.
AY, GACELA QUE PASTAS
Ay, gacela, que pastas siempre en este jardín,
soy semejante a ti
por esa soledad y por mis ojos negros,
las dos estamos solas, sin amigo.
¡Soportemos, pacientes, lo que manda el destino!
Al-Ballisiyya
Tiene mi amado la mejilla
como una rosa sobre blanco por lo bella.
Cuando está entre la gente es irritable,
conmigo a solas es amable.
Ay, ¿cuándo hará justicia al oprimido?
Ese tirano es quien me juzga.
Hamda bint Ziyad
Cuando los intrigantes quisieron separarnos
y no podíamos pedir venganza de ellos,
cuando al asalto se lanzaron de nuestra buena fama
y al verlo escasearon mis defensores y aliados,
contestaste a su ataque con tus ojos
y con mis lágrimas de aliento
que eran espada, torrentes y fuego.
Las lágrimas revelan mis secretos
junto a este río donde la belleza
deja evidentes sus huellas:
arroyos que rodean los jardines
jardines que bordean los arroyos,
y hay entre las gacelas un antílope amable
que cautiva mi mente y mi alma posee,
tiene unos ojos lánguidos que cierra
para dar órdenes que el sueño me prohiben,
y cuando suelta sus cabellos sobre el rostro
es igual que la luna
en la tiniebla de la noche,
y se diría que la aurora
se le ha muerto un amigo y de tristeza
se ha vestido de luto.
Poetas andalusíes del s.XIII
Umm as-Sa’d bint Isam
Hermánate con los extraños y no
te aproximes a los próximos;
Los parientes son como escorpiones[Salto de ajuste de texto]o peor que escorpiones.
Tal vez tenga la suerte de besarlas
en el jardín del Paraíso,
en el lugar sublime del reposo,
bajo una sombra deliciosa, hecha de paz, de calma,
donde en copas me escancien
el agua de la fuente Salsabil,
con la que enjugaré mi corazón
-así quizá se calme la ardiente sed que lo devora-.
¡Cuán a menudo los amantes, en todas las épocas,
buscan su curación en las huellas que dejan sus amados!
Poetas andalusíes del S. XIV
Umm al-Hassan Bint Abi
La buena letra no aprovecha a la ciencia,
es un adorno en el papel tan solo;
el estudio es mi meta
y no deseo otra cosa,
pues según su saber
se eleva el joven sobre los mortales.
“Si preguntan: ¿Quién es el hombre virtuoso
que ha obtenido la gloria
y en qué está enraizada la nobleza?,
les respondo: Ridwan es único en esta época,
el tiempo no prodiga hombres como él?