Memorias de Leonor López de Córdoba constituye la primera autobiografía conocida en castellano. Es contemporánea de Margery Kempe, que escribe también la primera autobiografía en lengua inglesa y de Juliana de Norwich. En este siglo escribe también la poeta cancioneril Florencia Pinar o, en catalán, la Reina de Mallorques. El gran epistolario de Violant de Bar es también de la época. Posteriormente, la autobiografía será cultivado por otras escritoras, como Teresa de Cartagena, una de las pioneras en la escritura en lengua castellana y en la defensa de la dignidad de la mujer y de su oficio de escritora, marcando el inicio para la literatura en castellano del movimiento Querella de las mujeres (Querelle de femmes), que comenzará en Europa la obra de Cristina de Pizán, La ciudad de las mujeres (1405). Más tarde, Santa Teresa con Su Vida marca el canon y lo hace perdurable y, ya en el siglo XX, por las que marchan al exilio tras la guerra civil española: María Zambrano, Rosa Chacel, María Lejárraga, Zenobia Camprubí, Concha Méndez, entre un largo número de autoras.

Leonor López de Córdoba
Calatayud c. 1363 ‖ Córdoba c. 1430
Període d'activitat: Des de 1410 fins 1412
Classificació geogràfica: Europa > Espanya
Moviments socio-culturals
Edat mitjana
Grups per àmbit de dedicació
Escriptores > en > espanyol
Escriptores > Narradores
Escriptores > Autobiògrafes
Context de creació femenina
Ressenya
Leonor López de Córdoba, en 1406, ya era camarera mayor de la reina doña Catalina de Lancaster, en la que influyó notablemente. Pasó los últimos años de su vida en Córdoba, ciudad en la que fundó dos mayorazgos en 1423 y lugar en el que murió. Endurecida por la crudeza de los acontecimientos que le tocó vivir, se nos muestra como una mujer segura de sí misma y de sus principios que lucha por su honor, y en sus últimos años, en un acto de defensa y justificación, quiso recuperar su pasado y dejar a la posteridad sus Memorias como testimonio de lo que vio y vivió.
Justificacions
Biografia
La trayectoria biográfica de Leonor López de Córdoba y su producción literaria, sus Memorias, se enmarcan en el cuadro de un episodio decisivo en la historia de la Castilla bajomedieval: la guerra civil entre Pedro I y Enrique de Trastámara, y sus consecuencias tanto políticas como sociales.
Leonor López de Córdoba nació a finales de 1362 o inicios de 1363. Tanto por vía materna como paterna, su linaje pertenecía a la más alta alcurnia nobiliaria: su madre, fallecida poco después de su nacimiento, era sobrina del rey Alfonso XI de Castilla, y su padre fue Martín López de Córdoba, que goza del favor del rey, es nombrado maestre de Alcántara y es enviado por el Rey a Inglaterra con la misión de impedir el apoyo del monarca Eduardo III a Enrique de Trastámar. Cuando el rey Pedro I muere, regresa a Carmona, donde está su familia y parte de la familia real, población que se rinde en 1370, por lo que Martín López es ejecutado y toda su familia encarcelada.
En una fecha desconocida, Leonor López de Córdoba elaboró ante un notario público un documento que contiene el relato de los primeros años de su vida y que se detenía de forma abrupta en torno a los años 1396 o 1400-1401. A causa de esta interrupción -cuyas causas se desconocen- no se encuentra referencia alguna a la etapa más notoria en la biografía de Leonor: aquella en la que se convirtió en “privada” de la reina Catalina de Lancaster.
Por lo demás, resulta obvio que la autora, como don Juan Manuel, buscaba establecer una versión de su yo a través de la literatura, explicar mediante lo ya sucedido las circunstancias de su presente, y tal vez, apoyar sus aspiraciones personales futuras. Durante su relato, hizo especial hincapié en el linaje noble de su familia, se presentó como víctima de traiciones y envidias, y también hizo gala de una constante religiosidad.
En el comienzo de su “escriptura”, también llamada “relación” o “memorias”, Leonor López de Córdoba reivindicaba la figura de su padre, Martín López (a través de quien se hallaba emparentada con don Juan Manuel). Refirió, asimismo, la historia de su matrimonio con Ruy Gutiérrez de Hinestrosa y su estancia en Carmona junto a su marido, heredero de numerosas riquezas y posesiones. Esta época feliz finaliza con la victoria de Enrique de Trastámara en la guerra civil y con la ejecución de su padre y su propio confinamiento. [...] Leonor describe las calamidades padecidas durante su estancia en prisión a lo largo de casi diez años, durante los cuales hubo de contemplar de cerca los estragos que provocaban el hambre, los hierros que les encadenaban y la peste; y llorar la muerte de sus familiares más próximos, como la de su hermano Lope [...]. De los que fueron hechos prisioneros en Carmona, solo ella y su marido sobrevivieron a esta década de penurias.
El testamento de Enrique II incluía una disposición que ponía en libertad a los cautivos, y Leonor y su esposo acometieron entonces la tarea de intentar recuperar lo perdido. Mientras este se esforzó inútilmente en recobrar los bienes que le habían sido enajenados como consecuencia de la guerra, Leonor vivió junto a su tía María García Carrillo [...] La autora relata que la magnífica relación entre tía y sobrina provocó la animadversión de sus criadas y el recelo de sus primas, y que Leonor se vio arrinconada con el único consuelo de la religión. [...] Leonor fue poco a poco consiguiendo recuperar su condición social.
En sus memorias relata también que tras un robo en la judería adoptó a un niño huérfano judío para educarlo en la religión cristiana. [Después de una etapa de bonanza económica, vuelve a la casa de la tía donde la peste termina por afectar al niño judío y varios miembros de la casa]. Tras el fallecimiento de su hijo, no cesó el odio de sus primas, y Leonor refiere que se vio finalmente obligada a abandonar la casa de Santaella y se retiró a sus posesiones de Córdoba. Aquí da fin a su escritura, que acaba repentinamente con un lacónico “y asi Vineme á mis casas á Córdoba”.
[...] Es conocido que, al menos en 1396, su situación había mejorado sustancialmente, como lo demuestra el hecho de que en tal fecha recibiera de Enrique III y Catalina de Lancaster la concesión de dos “almonas” o jabonerías en Córdoba. Su ascenso en la Corte se vio entonces facilitado por la política de reivindicación de los petristas llevada a cabo por Catalina, nieta de Pedro I, y su situación fue mejorando hasta llegar a una posición de verdadero privilegio durante la minoría de edad de Juan II. Poco después, en 1409, Leonor López de Córdoba aparece enfrentada al infante Fernando de Antequera, futuro rey de la Corona de Aragón. Este consiguió que Leonor fuera enviada por Catalina a Córdoba, desde donde siguió conservando una gran influencia en la Corte, como lo demuestra el hecho de que en 1410 el propio Fernando tuviera que recurrir a sus buenos oficios diplomáticos para lograr de la regente fondos para la guerra en la frontera de Granada.
Sin embargo, poco a poco, el influyente papel de Leonor en la Corte de Catalina de Lancaster iba a ser ocupado por Inés de Torres, a quien la propia Leonor había facilitado el acceso al círculo más próximo de la regente. Entonces Leonor trató de recuperar su posición de privilegio, y para ello concertó una entrevista con el infante Fernando en la ciudad de Cuenca. La regente impidió que el infante la recibiera y la amenazó con ser quemada viva, obligando a Leonor a regresar a Córdoba, ciudad donde permaneció hasta su muerte en1430.
Por su singularidad, las Memorias suponen un destacado ejemplo del género autobiográfico y aportan una novedosa mirada centrada en lo más inmediato y próximo de su contexto, elementos que no aparecen en las crónicas oficiales. [...]
Las Memorias [...] son ahora consideradas como el primer discurso narrativo surgido de una conciencia femenina, y la primera muestra de autobiografía castellana, con lo que se adelanta el nacimiento de este género, comúnmente atribuido al Renacimiento, al siglo XV.
Sanmartín Bastida, Rebeca. «Leonor López de Córdoba», en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico (en red, http://dbe.rah.es/) (Consultado 14/01/2022)
https://es.wikipedia.org/wiki/Leonor_L%C3%B3pez_de_C%C3%B3rdoba (Consultado 14/01/2022)
Obres
Espanyol
López de Córdoba, Leonor. Vida y tragedias de Leonor López de Córdoba. Memorias. Dictadas en Córdoba entre 1401 y 1404. Edición de María-Milagros Rivera Garretas. Disponible en: http://www.ub.edu/duoda/bvid/obras/Duoda.text.2011.02.0003.html (Consultado 14/01/2022)
Bibliografia
Cortés Timoner, Mª del Mar. El testimonio de dos damas medievales: Leonor López de Córdoba y Elena Quottanner.
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-testimonio-de-dos-damas-medievales-leonor-de-cordoba-y-elena-quottanner-888794/html/29204c90-7c35-4de9-bab4-a8c97421694f_6.html (Consultado 14/01/2022)
Navas Ocaña, Isabel (2012). “Las Memorias de Leonor López de Córdoba: de la historiografía a la literatura” en Botta, Patrizia et al. (coord.). Rumbos del hispanismo en el umbral del Cincuentenario de la AIH, Vol. 2, pp. 106-115
https://cvc.cervantes.es/literatura/aih/pdf/17/aih_17_2_014.pdf (Consultado 14/01/2022)
Audiovisuales:
IES Augustóbriga. Vídeo sobre Leonor López de Córdoba https://www.youtube.com/watch?v=qlUYFjxD9bM [2 m 16 s] (Consultado 14/01/2022)
RTVE. Leonor López de Córdoba de “Mujeres en la historia” http://www.mujeresdenovela.com [48 m] (Consultado 14/01/2022)
Enfocament Didàctic
Se estudia en la materia de Lengua Castellana y Literatura. Debe incluirse junto al resto de autores de narrativa del siglo XV: Pedro del Corral, Fernando del Pulgar y Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste de Talavera