Al igual que Beatrice Potter, en Reino Unido, dentro de la lucha por la igualdad de las mujeres, el sufragismo y la búsqueda de la reforma social, pero en la primera mitad del siglo XIX, hay que citar a Harriet Taylor Mill. Ésta, próxima al socialismo escribió numerosos artículos sobre los derechos de las mujeres y mantuvo una colaboración intelectual y una relación personal con John Stuart Mill, economista, filósofo y defensor también de la igualdad entre los sexos.
Entre las primeras feministas en torno al socialismo utópico cabe nombrar a las saintsimonianas Barthélemy Prosper Enfantin, Suzanne Monnier, Jeanne Deroin y Pauline Roland. También las owenianas Frances Wrigth y Anna Doyle Wheeler.
Flora Tristán, feminista que incorporó la perspectiva de clase y de género en el análisis que hizo de la realidad social de su tiempo, ligó el feminismo y el socialismo al defender que las obreras también formaban parte de la clase obrera que debía luchar por la emancipación.
Relacionada con sufragistas contemporáneas como Mabel Atkinson, Emmeline Pankhurst (como Potter, miembro de la Sociedad Fabiana) o Rebecca West, Beatrice Potter continuó la lucha política tras la consecución del sufragio en Inglaterra. William Henry Beveridge logró instaurar el estado del bienestar con su informe de 1942, heredero del de Beatrice Webb.